marzo 20, 2014

Un sin futuro constante

La democracia es una mentira, la democracia no funciona, la democracia no interesa, el pueblo no es la voz de dios. Pero si en algún momento de la historia la democracia funcionó, por un solo instante la democracia nos hizo sentir orgullosos, se acabó con ella, se destruyó, se hirió de muerte, a ella y a sus pobres e ingenuos ciudadanos que sintieron que pertenecían a un estado social de derecho que les respetaba su decisión de elegir un alcalde para su ciudad.

Este país en el que me tocó nacer es un país sin futuro, con mucho pasado, un vergonzoso pasado, pero lo peor de todo es que nada cambia, se ve un futuro igual de desalentador. Los políticos compran votos, se roban el dinero público, persiguen al que no se comporta como ellos. Las personas son sumisas, calladas, tranquilas, soportan con tranquilidad el mierdero en el que viven, se resigan con facilidad a que así son las cosas y no hay nada que cambiar, son cómplices. Los medios de comunicación sólo quieren dinero, su poder de información lo utilizan exclusivamente para dominar masas. Presumen ser generadores de opinión, pero más bien son impositores de opinión. No nos dan la oportunidad de ver las dos caras verdaderas de la moneda y decidir cual está en lo correcto, nos muestran únicamente el lado que le conviene a los dueños de este país, la que ataca al diferente, la que mantiene a la gente en la sumisión y el entretenimiento alienatorio.

No quiero pertenecer a este sistema, no quiero participar en esta farsa de democracia, no quiero dar mi vida por cambiar algo en este país, no quiero escuchar noticias, no quiero saber lo que le pasa a los demás, no quiero entregar nada de mi por este territorio lleno de mierda, de mentiras y de corrupción. Mi patria son mi familia y mis amigos, lo demás es basura, basura que me tocó comerme por nacer en esta tierra corrompida que no da esperanza de cambio.

No quiero consumir más mierda, no quiero ver los noticieros, no quiero leer los diarios, no quiero saber cómo nos roban esta vez. No tiene sentido enterarme, igual lo seguirán haciendo. Ya muchos se opusieron a este sistema de mierda y no sirvió para nada, entregaron su vida por muy poco y este país sigue siendo un sinfuturo constante. 

No quiero ya cambiar nada, no creo en Estado ni autoridades, no creo en la mentira mediática, no creo en falsos dioses que me quieren controlar y no me dejan ser libre, no existen ya para mi prohibiciones. Yo soy mi estado y muy autoridad, yo decido que es legal y que no es legal. No me interesa mi entorno, mi contexto, mi momento histórico, esto no me sirve para nada.

Desde hoy no me considero un ciudadano colombiano, ni bogotano, ni un ciudadano de ningún lugar. Soy solamente Camilo. Este país maldito no merece tanto razonamiento, tanta motivación y tanto esfuerzo por mejorar las cosas. Todo lo arreglan los de siempre con dinero, con balas o con leyes de destitución.

Ya basta de falsa democracia, basta de hacernos creer que somos responsables de lo que pasa, nos manejan, nos controlan, nos dominan muy bien. Porque la mayoría de gente prefiere quedarse viendo televisión a salir a protestar a la calle. Desde hoy los entiendo, este territorio maldito no merece el mínimo esfuerzo de uno. Lo lograron fascistas de mierda, síganse cagando el país que me chupa un huevo todo. Eso sí, si me los encuentro en la calle, escupirlos va ser el acto más placentero de toda mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario