Justo en el mes de las madres en la mayoría de países de habla hispana, en los que no está incluido en el que vivo, logre sacarle un tiempo a una historia conmovedora que demuestra que el amor de madre no le teme ni a la muerte. Mayo fue el mes en que leí Historia de las madres de plaza de mayo un relato de la lucha de las madres de 30.000 desaparecidos que dejo la dictadura argentina en una época de horror que no se debe repetir en ningún otro país del mundo.
En 1976 los militares realizan un golpe de estado que da inicio a una de las dictaduras más crueles del mundo. Por esos años los jóvenes y estudiantes revolucionarios salían a pedir que se respeten sus derechos como ciudadanos argentinos sin imaginar el nivel criminal del enemigo.
Uno a uno comenzaron a desaparecer todos los que se atrevían a criticar públicamente a la dictadura argentina. Fueron levados a campos de concentración en los que eran torturados para que delataran a sus compañeros y las mujeres además fueron violadas una y otra vez por los militares. Luego de notar que sus secuestrados no le servían de a mucho, los militaren durmieron sus cuerpos y los tiraron vivos al mar. Todos estos asesinatos con el visto bueno de la iglesia católica.
Las madres de los desaparecidos comenzaron a buscar a sus hijos en las comisarías de policía, sin obtener ayuda ya que los policías encubrían el crimen diciendo que sus hijos tal vez se habrían unido a alguna guerrilla izquierdista. Tenían tanta frialdad de mirar a las madres a los ojos y decirles que la culpa era de ellas ''por no presta más atención a sus hijos''.
Las madres al notar que todos los desaparecidos tenían en común el pensamiento revolucionario deciden ellas hacer parte de la revolución exigiendo la aparición con vida de los 30.000 desaparecidos. Agarraron un pañuelo lo ataron a su cabeza como símbolo de pañal de todos sus hijos que los militares habían raptado.
Desde 1977 las madres se adueñaron de la Plaza de Mayo, la plaza donde se encuentra la casa de gobierno. Marcharon todos los jueves a la misma hora pidiendo respeto por la vida y la libertad de sus hijos y todos los presos políticos que la dictadura argentina seguía negando tener en su poder. Las madres empezaron a multiplicarse y a viajar por Argentina sin miedo a ser reprimidas por los militares.
Con el pasar de los años llega la hora para las madres de asumir la realidad y cambiar las peticiones ante los políticos que seguían protegiendo a los criminales. Los gobiernos les ofrecían a las madres la lista de los desaparecidos e indemnización económica, a lo que estas valientes señoras dijeron que no. Entendían que les estaban pagando por la muerte de sus hijos y que aceptar la plata sería igual a prostituirse. Dejaron claro que lo ''que se arregla con justicia no se paga con dinero''. Además le hicieron saber a los políticos que a ellas no les interesaba la lista de desaparecidos ¿para qué querían esas listas si ellas sabían quienes eran sus hijos? entonces la consigna cambio y las madres comenzaron a pedir la lista de militares, políticos y sacerdotes culpables de genocidio.
Algunas madres sufrieron de la represión del estado, algunas otras también fueron desaparecidas, sus casas fueron asaltadas una y otra vez por los militares que aparte de destruirles todo lo que tenían robaban los expedientes las madres en las que tenían cada nombre de las personas que de una u otra manera habían colaborado con las desapariciones.
Las madres se ganaron un espacio grande en la historia revolucionaria de la humanidad. Viajaron por el mundo llevando su mensaje de amor por la vida y el socialismo como la solución política para los problemas de los países latinoaméricanos.
Colombia también hizo parte de la historia. La guerrilla de las FARC, de la que tanto se avergüenzan la mayoría de los colombianos, fue la única que le expreso su apoyo a las madres obsequiándoles ''la espada de Bolivar''. A lo que las madres siempre respondieron con apoyo al grupo guerrillero. Fue más de una vez la que las madres hicieron a las FARC parte del discurso: ''Como siempre apoyamos al pueblo cuando se revela contra su gobierno apoyamos a todas las revoluciones en el mundo'' ''¡Qué vivan las FARC que luchan por su Colombia'' fueron sólo algunas de las frases en las que estás valientes señoras apoyaron la lucha guerrillera en nuestro país.
Con esta historia queda demostrado que la revolución no es solo de jóvenes que sueñan con mundo utópico. Estas madres tuvieron el valor de salir a las calles a enfrentar a una dictadura que desaparecía y mataba a todo el que pensara diferente. ¿Cuándo será el día en que los colombianos tengamos esta valentía y salgamos a denunciar publicamente a los culpables de esta dictadura disfrazada de democracia? que también tienen un saldo incalculable de muertos y desaparecidos por no pensar como al gobierno le conviene.
¡No olvidemos toda la sangre derramada!
¡No nos olvidemos de nuestra historia!
